viernes, 26 de diciembre de 2008

Caen las horas

Caen las horas, igual que caen las hojas, leves, casi etéreas, menudas y arrugadas de tiempo. Caen las horas convertidas en minutos y segundos lentos, viscosos, casi detenidos...
Miro por la ventana y veo a un hombre mirando al cielo, como esperando las hojas, con las manos extendidas, esperando lo único que la vida le envía. Parece suspendido en un instante, invisible a los demás, ajeno al mundo, encerrado en su propia espera.
Y caen las horas, y el sol se oscurece, y yo sigo mirando por la ventana...

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